Este 4 de abril se cumplen 12 años del asesinato de Carlos Fuentealba por parte de la policía de Neuquén. Lo asesinaron en medio de una brutal represión realizada para desalojar un corte de ruta que realizaban les docentes en reclamo por aumento de sueldo.
Carlos era un docente de Neuquén, que al igual que tantes otres participaba de la lucha de maestres, estudiantes, padres, familias, vecines, trabajadores, por la educación pública, por tener salarios dignos, para que las escuelas estén en las condiciones adecuadas de infraestructura. También había sido parte del sindicato de la construcción de Neuquén, la UOCRA, con el que había protagonizado grandes luchas y era militante socialista.
Aquel 4 de abril de 2007, cuando les docentes cortaban la ruta que lleva a Arroyito, el entonces gobernador Jorge Sobisch, del Movimiento Popular Neuquino (MPN) ordenó la represión, y en ese brutal ataque el policía Darío Poblete le tiró una granada de gas lacrimógeno por la luneta del auto en el que se encontraba Carlos, intentado salir del lugar, y así, lo asesinó. La movilización popular logró que Darío Poblete esté preso pero aún hoy Sobisch sigue impune y se presenta a elecciones.
12 años después seguimos reclamando juicio y castigo a los responsables políticos de su asesinato, y 12 años después su rostro sigue firme en las banderas de les docentes que hoy dan una dura batalla contra el macrismo que ataca la educación pública. La muerte de Sandra y Rubén en agosto de 2018, dos trabajadores de la educación que murieron por una explosión de gas de la escuela en la que trabajaban en Moreno, evidencia la necesidad de continuar con todas las fuerzas posibles esa lucha que llevó adelante Carlos Fuentealba.
Desde la APSS consideramos que la lucha de les docentes es nuestra lucha, que todes somos parte de una misma clase trabajadora, que en unidad podemos frenar el ajuste brutal del macrismo que nos impuso unas paritarias tan por debajo de la inflación que resultan difícil de creer; por eso recordamos al compañero Carlos Fuentealba, porque al recordarlo aportamos a la construcción de una memoria colectiva, una memoria que impida que estos hechos vuelvan a suceder y que nos inspiren a continuar las luchas empezadas por otros.
Compañero Carlos Fuentealba ¡Presente! ¡Ahora y siempre!