El 1ero de Noviembre de 2018 se sancionó la reforma de la Carrera Profesional de les trabajadores de salud de la CABA. Desde que tomamos conocimiento del proyecto de ley la APSS manifestó su rechazo a la misma y una vez sancionada continuamos haciéndolo porque pese a las modificaciones arrancadas al gobierno siguió representando una profunda reforma laboral. Esta acompaña la ya iniciada reforma sanitaria para la instalación de la Cobertura Universal de Salud. Después de la sanción de la ley continuamos bregando por la defensa de nuestras condiciones de trabajo adquiridas.

Hoy resulta necesario expresar que esta Asociación se encuentra en ESTADO DE ALERTA porque el avance sobre nuestro trabajo, y sobre la salud pública en general, continúa. Como ya hemos comunicado, el Hospital Grierson informó modificaciones en las licencias de guardia. En el mismo sentido se implementarán modificaciones en el Hospital Tornú. En el Hospital Vélez Sarsfield se ha comunicado oficialmente el retraso de los concursos de Jefatura de distintos servicios, entre los que se encuentra el Servicio Social (desconociendo así la normativa vigente a la fecha), hasta tanto se efectúe la reglamentación de la nueva carrera profesional, la cual negará la estabilidad de dichos cargos, tal como gozan aquellos concursos públicos validados a la fecha.

En Hospitales Generales, la inclusión de la figura de Dirección de Gestión Administrativa Hospitalaria, abonando a la profundización de una lógica empresarial para la gestión de una política pública, histórica conquista de nuestro pueblo. Esa misma figura se incluyó en el Hospital Muñiz, sede del nefasto 5×1, que implicará el cierre de cinco hospitales.

En los edificios centrales del Ministerio de Salud, así como en la Dirección de Salud Mental, se encuentra en curso el proceso de empadronamiento para el control biométrico del presentismo. Aquella medida de control (que implica una importante erogación presupuestaria) se da en un contexto en el que nuestras mínimas condiciones de trabajo resultan alarmantes: la colocación de estos dispositivos, convive con los constantes reclamos y exigencias por la construcción y/o refacción de centros de salud –el CeSAC 14 incendiado no se encuentra ni cerca de contar con un nuevo edificio, el CeSAC 32 continúa en un estado alarmante, y sin un proyecto de reforma acordes a las necesidades del barrio donde se encuentra emplazado, trabajadorxs que desarrollan sus tareas en trailers, consultorios hospitalarios construidos con materiales cancerígenos prohibidos para la construcción, falta de consultorios suficientes para la atención, trabajadorxs que atienden sin ventilación, en pasillos, sin sillas, falta de dotación suficientes para la entrega de turnos acordes a las necesidades, una alarmante de falta de insumos, entre miles y miles de ejemplos a continuar desarrollando.

A esta situación, se le suma la comunicación realizada desde el Ministerio de Salud a jefes/as de áreas programáticas y CeSACs, la cual refiere que, a través de un Decreto a oficializarse a corto plazo, los Centros de Salud y las Áreas Programáticas dejarían de depender de los hospitales pasando a depender directamente de la Subsecretaría de Atención Primaria y Salud Comunitaria del Ministerio de Salud. Resulta alarmante que esta medida profundice una política que el Gobierno de la Ciudad viene aplicando para la instalación de la regresividad en materia de salud pública y de nuestras condiciones laborales: la absoluta fragmentación del sistema de salud tal y como lo conocemos, y avasallando cualquier posibilidad de mejorarlo.

Con criterios de eficacia, eficiencia y maximización de la productividad, nuevamente se reforma con un tendencia regresiva, sin un diagnóstico y un pronóstico compartido del conjunto de instituciones que compone la política de salud. Con la desintegración de redes (destrucción que resulta regresiva, más allá de su mejor o peor funcionamiento), sus trabajadorxs estarán aún más expuestxs a traslados, a la continuidad de la instalación del financiamiento propio de los seguros de salud, a la destrucción de los mecanismos establecidos de referencia y contrarreferencia, a la discontinuidad en los cuidados entre el primer y segundo nivel de atención, etc.

Todos estos hechos nos hablan de un plan integral de reforma de nuestro sistema de salud. Y todos estos hechos nos exigen un nuevo ESTADO DE ALERTA desde esta Asociación.

Llamamos a no disociar ningún hecho de otro, a enmarcar la intencionalidad de los mismos en un proyecto político cuyo eje en el ajuste, la reducción de lo público, el deterioro de las prestaciones, y el ataque a la universalidad de las políticas públicas. Es esta la recta que guía el proceso.

Desde la APSS proponemos y participaremos en asambleas en cada lugar de trabajo, y la imperiosa necesidad de comunicar públicamente sus mandatos.
Convocamos a nuestro cuerpo de delegadxs a vehiculizar las acciones pertinentes a discutirse en la próxima reunión de este cuerpo.

A todos los equipos de salud, a todxs sus trabajadorxs, lxs llamamos a la reunión a realizarse en esta Asociación, de cara a la apertura del Grupo de Trabajo de APS: la misma se realizará en nuestra sede el 18 de Febrero a las 17 horas.

Nos quieren separadxs para arrebatarle al pueblo su derecho a la salud, defendamos nuestras condiciones de trabajo y atención, fortalezcamos la unidad por una salud pública universal, integral, gratuita y de calidad!

¡No a la reforma Sanitaria!
¡No a la reforma Laboral!
¡Defendamos la salud pública!

Exigimos paritarias que discutan no sólo nuestra recomposición salarial, sino la integralidad de nuestras condiciones laborales!