Como todos los años, recordamos a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, sus vidas y su lucha.
A mediados del 2002, cuando el país se encontraba conmovido por una terrible situación económica, movilizaciones, piquetes, asambleas y proyectos de construir una sociedad más justa, miles de personas se movilizaban exigiendo mejores condiciones de vida para la población. Entre ellas se encontraban Dario y Maxi, quienes tenían 21 y 22 años respectivamente y eran integrantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados.El 26 deJunio, integrantes de organizaciones sociales intentaban cortar el Puente Pueyrredóncuando fueron brutalmente reprimides por la policía. Como consecuencia, ese día resultó enmás de 30 personas heridas y en el asesinato de Dario y Maxi en manos de la policía.
Actualmente, en nuestros lugares de trabajo, vemos diariamente las consecuencias nefastas del deterioro de las condiciones de vida de la población con la que trabajamos y lafalta de recursos por parte del Estado para dar respuesta a sus necesidades. A su vez,como trabajadores de la salud pública y luego de más de un año de pandemia, también vemos deteriorados nuestros salarios y las condiciones en las cuales trabajamos, lo cual nos expone constantemente a enfermarnos. Recordar a Darío y Maxi nos muestra una vez más que son los lazos de solidaridad, la lucha y la organización colectiva lo que nos va a permitir transformar esa realidad.
A 19 años de su asesinato, Maxi y Darío están con nosotres todos los días, cada vez que buscamos una sociedad más justa. Y a la vez que continuamos su lucha, no dejamos de exigir juicio y castigo a todos los responsables políticos y materiales de su asesinato.
Maxi y Darío ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!¡Juicio y castigo a los responsables políticos!