El CeSAC 14 ingresa en el sexto mes de trabajar y ofrecer atención de salud en ruinas. Asistimos una vez más a la repetición de mecanismos conocidos y obscenos del GCBA para deteriorar la salud pública y socavar la salud y la forma de trabajo de sus trabajadorxs. El incendio que destruyó el CeSAC en agosto de 2018 no ha sido aún reparado en ninguna instancia. Las ruinas del CeSAC siguen allí en la calle Horacio Casco, ya que el GCBA ni siquiera ha dispuesto en estos seis meses las voluntades necesarias para retirar los restos. Y hoy el CeSAC 14 no es un centro de salud, sino la reunión del esfuerzo de les trabajadores que desarrollan sus días de trabajo entre un CPI del barrio y unos containers del GCBA, y así se convirtió en otro de los centros de salud que el GCBA tiene funcionando en containers por el deterioro edilicio con el que contaban.
Como si en sí mismo no fuera aberrante trabajar y atender en containers, además, éstos distan enormemente de contar con mínimas condiciones de habitabilidad. Les trabajadores viven el derrotero cotidiano de reclamar al Ministerio aspectos que son nada más y nada menos que de sentido común, que el macrismo demuestra diariamente no tener: teléfono, luz y electricidad, sillas para que las personas esperen, ventilación y aire acondicionado, baños. Veinte días demoró elMinisterio en facilitar un teléfono desde que se comprometió a hacerlo accediendo al reclamo que les trabajadores vienen haciendo al respecto desde septiembre pasado, teléfono que cuando finalmente entregó, no funcionaba; el container cuenta con un baño, que está inutilizable, por lo tanto les trabajadores deben aguardar por la entrega de baños químicos. Si bien actualmente lo único que el Ministerio hizo en torno al CeSAC 14 fue darle forma a la estructura precaria en la que pretenden que funcione, incluso así el armado de la estructura de precariedad al que el GCBA somete a sus trabajadores y usuaries parece una burla constante.
La empresa tercerizada que debía realizar la construcción del nuevo CeSAC, prometida para diciembre del 2018, quebró al poco tiempo de iniciar sus tareas, quiebra que se informó a lxs trabajadorxs y usuarixs luego de que el no avance de la obra fuera ya indisimulable, mostrando así de qué calidad son los socios del Ministerio de Salud, al mismo tiempo que la poca voluntad de este de cumplir la promesa que hiciera en agosto de 2018: “para diciembre el CeSAC nuevo estará en funcionamiento”.
No sólo eso estuvo lejísimos de suceder, sino que mientras tanto les trabajadores se sometieron a las consecuencias de las promesas a todas luces falaces: en diciembre de 2018 una mujer murió electrocutada frente al CPI y los Trailers donde actualmente funciona el CeSAC, le cayó un rayo durante una de las enormes tormentas que hubo ese mes, les médiques del Cesac no lograron reanimarla porque no contaban con un desfibrilador trasladable, ni tampoco con un establecimiento al cual ingresarla. Frente a esto, no hubo ningún tipo de respuesta, reparo o agilización de la obra de parte del Ministerio, a quien no parece interesarle la salud de la población ni la de les trabajadores, más allá de los discursos fáciles que quieren vender, pero que son cada vez más difíciles de comprar.
A la fecha les trabajadorxs y usuaries del CeSAC no cuentan más que con reuniones con funcionaries que utilizando un cinismo insoportable les piden disculpas, les dicen que les entienden, y que casualmente, todo lo que les piden no se encuentra en la medida de sus posibilidades. Meses llevan les trabajadores solicitando el plan de obra (desde septiembre pasado), en la última reunión el miércoles 6 de febrero les funcionaries (Vacchino y Pechieu, que fueron en reemplazo del subsecretario Battistella) afirmaron que tenían el mentado plan de obra para entregarles: les trabajadores recibieron media hoja A4 con un cuadro de doble entrada. Ese y sólo ese fue el plan de obra que les habían traído. Frente al pedido de compromiso de que les entreguen el plan detallado con la explicación de cada acción, sus fases y los tiempos para lograrla, para poder formar la comisión de seguimiento de la obra (compuesta por trabajadorxs y usuarios del CeSAC), les funcionaries expresaron que no habían entendido que eso era lo que solicitaban, que por favor lo expliquen mejor y vía mail, para ver si es posible de conseguir.
La otra odisea de la última reunión fue conseguir el compromiso de les funcionaries para la reunión en la obra con el equipo de Recursos Físicos del Ministerio. Reunión que vienen solicitando incansablemente, y que estaba prometida para hace 15 días, pero que les funcionaries de Recursos Físicos decidieron que no podían acercarse a la obra en el día pactado y que en cambio, una selección de 5 personas (entre trabajadores y usuraries) si querían sostener la reunión se acercara al Ministerio. En terreno propio y con sólo 5 personas enfrente les funcionaries pudieron decir nada y comprometerse a nada, y no recibir los reclamos y enojos de todes les trabajadores y usuaries que están llevando adelante la lucha por la reconstrucción del Cesac. Todo ello sí fue expresado el miércoles 6 de febrero en la última reunión, donde ninguna de las disculpas expresadas recibió credibilidad de parte de lxs presentes, y en la que finalmente les funcionaries se comprometieron a garantizar la reunión en la obra con el equipo de Recursos Físicos.
El GCBA pretende un sistema de salud que daña y mata más de lo que atiende, cura y salva, pero esa pretensión debe ser cada día desterrada y destruida por nosotres, les trabajadores y usuaries. No van a convencernos de sostener las estructuras de precariedad que quieren armar, tenemos el compromiso de defender nuestras condiciones de trabajo, y la salud de quienes atendemos, no es posible que exista una sin la otra, y en ese camino están les trabajadores y usuarixs del CeSAC 14. Desde la APSS acompañamos esa lucha que es la lucha por una salud pública universal, gratuita y de calidad.